Es un instrumento preventivo que, a partir de un diagnóstico de riesgos, determina las acciones y los responsables de ejecutarlas en caso de la inminencia o presencia de diferentes Fenómenos Perturbadores (naturales o antropogénicos) que puedan afectar la vida, los bienes y el entorno de la población.

En términos más sencillos, un Plan de Contingencia es una hoja de ruta detallada que establece qué hacer en una situación de emergencia específica o potencial. Se enfoca en la respuesta inmediata y en la gestión de la crisis una vez que el evento está ocurriendo o es inminente.

Las características clave de un Plan de Contingencia, según la normativa en la materia, incluyen:

Es un instrumento preventivo: Aunque se activa durante una contingencia, su elaboración es previa y busca anticipar y planificar la respuesta.

Se basa en un diagnóstico: Parte de la identificación y análisis de los riesgos y vulnerabilidades existentes en un lugar determinado (un edificio, una zona, una ciudad, etc.).

Determina acciones y responsables: Define claramente los pasos a seguir, las tareas específicas y quiénes son los encargados de llevarlas a cabo.

Respuesta a fenómenos perturbadores: Aborda una variedad de posibles emergencias, como sismos, incendios, inundaciones, fugas de gas, interrupciones de servicios, etc.

Optimización de recursos: Busca hacer el mejor uso de los recursos humanos y materiales disponibles para una intervención rápida y eficaz.

Garantiza una respuesta específica: A diferencia de un plan general, un plan de contingencia se centra en procedimientos operativos detallados para escenarios concretos.

Un "Plan de Contingencia" es un componente fundamental de un programa de Protección Civil más amplio, como puede ser un Programa Interno de Protección Civil para un inmueble, una empresa o una institución. Su propósito es asegurar una reacción organizada, eficiente y segura para proteger vidas, minimizar daños y facilitar la recuperación.