Plan de Continuidad de Operaciones

Es un conjunto de recursos, actividades, procedimientos e información que se resguardan con el fin de ser utilizados en caso de que ocurra una emergencia o desastre, para mantener la funcionalidad de una organización (pública, privada o social) a un nivel mínimo aceptable y restaurar sus procesos críticos en el menor tiempo posible.

En esencia, el PCO busca asegurar que, incluso después de un evento disruptivo (como un sismo, incendio, inundación, o cualquier otra contingencia), las funciones esenciales de una entidad puedan seguir operando o ser restablecidas rápidamente para evitar la interrupción total de sus servicios o producción.

Los elementos clave que la SGIRPC y la normativa mexicana establecen para un Plan de Continuidad de Operaciones incluyen:

Identificación de Funciones Críticas o Esenciales: Determinar cuáles son los procesos y servicios vitales para la operación de la organización.

Análisis de Riesgos y Vulnerabilidades: Evaluar qué eventos podrían interrumpir esas funciones críticas y cuán vulnerables son.

Estrategias de Continuidad: Definir las acciones y recursos necesarios para mantener o restaurar las operaciones, como:

Sedes Alternas: Contar con ubicaciones de respaldo donde el personal y los recursos puedan trasladarse.

Trabajo Remoto: Habilitar la posibilidad de trabajar desde ubicaciones externas.

Recursos Humanos: Identificar al personal clave, sus funciones y líneas de sucesión en caso de ausencia.

Protección y Respaldo de Información: Asegurar la disponibilidad y seguridad de los datos críticos.

Interoperabilidad de las Comunicaciones: Garantizar que los sistemas de comunicación sigan funcionando.

Procedimientos de Activación del Plan: Establecer los pasos para iniciar el PCO cuando sea necesario.

Capacitación y Pruebas (Simulacros): Entrenar al personal y realizar simulacros periódicos para asegurar que el plan sea efectivo y conocido por todos.

Mantenimiento y Actualización: Revisar y actualizar el plan regularmente para que refleje los cambios en la organización y en los riesgos.

El Plan de Continuidad de Operaciones es crucial para la resiliencia de cualquier entidad, ya que permite reducir el impacto de las crisis, minimizar pérdidas (económicas, de información, de reputación) y agilizar el regreso a la normalidad. Forma parte integral de los Programas Internos de Protección Civil que deben elaborar los inmuebles y establecimientos en la Ciudad de México.